Hoy, la Luna en Capricornio crea trino a Venus en conjunción a Lilith en Tauro. También tenemos al Sol y a Mercurio en el mismo signo. Nuestra conciencia y presencia atienden desde el merecimiento, valor propio, disfrute y búsqueda de paz, el deseo de experimentar desde las cosas bellas y placenteras de la vida.
Aunque Urano y Lilith en este signo y en activación, dan a la búsqueda de paz tintes inciertos e incómodos; sentir que para por fin disfrutar de lo que tenemos, antes es necesario mostrar al mundo quiénes realmente somos, sin caretas ni represiones. Es decir, aceptar y comprender, de manera privada y después abiertamente, que también tenemos una parte oscura que casi nadie ve (Lilith).
A partir de este proceso, que promete reinvención (con ayuda de Saturno y Urano en cuadratura), tendríamos una nueva definición de amor, valor y merecimiento propio. Es de esperarse que también renovemos el significado de sensualidad y placer, pues con Lilith en el signo de Tauro, y en esta sociedad que durante los últimos años se «purifica» de tanto mal enfoque que pudo haber tenido la energía Capricornio (Plutón acaba de comenzar su retrogradación allí), ahora existe la oportunidad de comenzar a mostrar lo que antes debíamos poner a un lado para no alterar el orden social. El repunte de energía Acuario desde finales del año pasado ya nos hablaba de liberación y cambios para el 2021. Pero es en este momento, con el clima tan llamativo en donde está envuelta Lilith, y en apariencia tan poco ligado a la Luna, que se permite vislumbrar la importancia de trabajar nuestras emociones y deseos más reprimidos.
Recordemos que así como la Luna tiene por casa a Cáncer, Lilith tiene como casa a Capricornio. Es allí desde donde está aspectando la Luna a Lilith en conjunción a Venus el día de hoy. Hay tanta energía femenina en el aire (Capricornio también es un signo femenino), que lo que se ha visto en medios de comunicación sobre dignificar y luchar por un espacio igualmente aceptado y respetado frente al papel masculino, es un reflejo de la actividad de Lilith en Tauro: la búsqueda del verdadero valor femenino.
Es importante tener en cuenta que Lilith es el espacio más alejado de la sensación de hogar y pertenencia que podamos tener. Pero al igual que todos los axis del Zodíaco, aunque Cáncer y Capricornio parezcan signos contrarios, son complementarios. Sin la autonomía e independencia de Lilith, la Luna se desbordaría de pura emoción. El agua necesita un contenedor para tomar forma, Lilith es un recordatorio de la misma energía femenina que sostiene a la Luna. No el Sol, como podríamos pensar por lógica, que aunque es de donde recoge luz, la Luna existe, se explica y se mantiene por sí sola.
Esto último queda perfecto con la creencia que ha perdurado por años, «la mujer no se sostiene en pie por sí sola, sino con ayuda del hombre». La Luna, como femenina que es, contiene la energía del Sol que es masculina, y la refleja para apoyar con el equilibrio de la vida; como una madre a un hijo. Pero tiene un lado que se niega, se mantiene oculto y no reconocido la mayor parte del tiempo, es aquello que la vuelve indomable e incluso destructiva cuando es necesario, para afirmarse en las situaciones y volver a brindar nutrición y consuelo. La Luna como el lado femenino de todos, siempre ha tenido una manifestación completa pero mal comprendida por la sociedad y la cultura. Es ahora un momento crucial para integrar y reconocer nuestra Lilith social e individual, así como redefinir el concepto femenino, pues mientras no lo hagamos, no veremos un cambio tangible a nuestro alrededor: «lo que es arriba es abajo», vivimos nuestra realidad según la comprendamos.
La Luna también se puede rebelar para encontrarse a sí misma, un ser auténtico, completo, libre e independiente, a eso se le llama Lilith.
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