Entrará el 16 de mayo de 2023,
retrogradará desde el 04 de septiembre en 15º35′ de Tauro,
hasta el 30 de diciembre de 2023 en 05º35′,
saldrá de Tauro para entrar en Géminis el 25 de mayo 2024.
Tauro es el segundo signo del zodiaco, es un signo de tierra y también signo fijo.
Le rige Venus y nos recuerda que, después del grito de vida -o de guerra- que avisa nuestro arribo o el inicio de nuestra aventura (Aries), viene el establecernos físicamente en un lugar, abastecernos y buscar la manera de subsistir de forma cómoda (Tauro), y bella para nuestros sentidos.
Una experiencia física bonita para ver, agradable para escuchar, cómoda para tocar, exquisita para oler, sabrosa para comer.
Júpiter es un maestro, o un facilitador que trae ayuda o bendiciones, que transitando por el signo Tauro hace su trabajo con el idioma o las herramientas del signo. Pero también exagera o agranda lo que existe en el sitio Tauro, sea positivo o no.
Sobre Júpiter en Aries 2022-2023
Tauro
Tauro es el signo que descubre frente a nosotros la experiencia física y nos muestra cómo vivirla en sus propios términos.
Mientras con Virgo, también signo de tierra, se nos muestra el poder de la manifestación física -aquello que Piscis carga pero de forma invisible, y Virgo lo baja a tierra y lo echa a andar-, con Tauro nos encontramos de lleno en la materia, nos descubrimos en ella, siendo materia también, y subsistiendo con lo que nos ofrece su hábitat: comiendo, tocando, acercándonos a lo que nos agrada físicamente, alejándonos de lo que nos disgusta, apegándonos a experiencias placenteras, manteniendo cerca de nosotros lo que nos agradó, lo que nos dio placer y pretendemos que nos dará más.
Eliminando lo grotesco y lo burdo, como prueba de que el cuerpo humano y todo lo que percibe, y le compone, es en esencia equilibrado (Venus regente de Tauro), y que los sentidos son instrumento que miden la armonía en nuestro entorno, y en nosotros mismos (tierra somos).
La calidad -armonía- de todo lo que percibimos con nuestros cinco sentidos, dará como resultado una experiencia física más, o menos, agradable -por lo menos desde el punto de vista material-.
Nota: en caso de leer la energía Tauro en nuestra carta natal es necesario conocer también el idioma de Venus natal (según signo donde se encuentra y sus conexiones con otros cuerpos), porque, no es lo mismo Sol en Tauro con Venus en Tauro (más arquetipo taurino), que Sol en Tauro con Venus en Escorpio (taurino pero con toque plutoniano).
Distinguir la belleza en una cosa, en una sensación o en una manifestación física, nos ayudará a elegir las posesiones o vivencias que más armonía traigan a nuestra experiencia física. Tauro tiene la habilidad, y fineza, de distinguir un platillo original de uno ordinario con tan sólo probarlo, sin tener mayor información sobre él. A veces sólo necesita olerlo o echarle una mirada rápida.
Y aquí viene el tema del dinero, Venus no puede ir en contra de lo que es, y el precio -dinero-, que no siempre va de la mano con calidad, sería un tema secundario si lo que quiere es experimentar esa sensación agradable, bella o armónica. De allí que si Tauro de verdad lo quiere, paga el precio que diga la etiqueta.
Es interesante encontrarnos con una experiencia taurina falsa, es decir, cuando Venus no está detrás, y lo que se busca no es pagar la experiencia, sino pagar el estatus, me parece que estaríamos hablando de energía saturnina o de casa 10 (Capricornio), en donde cabe el hecho de construir una imagen o una reputación. A veces ambas energías, Tauro y Capricornio, están detrás, van de la mano (no dejan de estar en trino), pero habría que analizar más detalles en una carta astral para definir de qué manera conviven.
Tauro también habla sobre la capacidad de crear riqueza y sobre merecimiento.
Usted es digno de comer lo que le da la tierra, lo que bestias le proporcionan, de vestirse y adornarse con lo que su entorno pone en su camino, de crearse un espacio en donde acumule ciertas pertenencias que le favorezcan y faciliten la experiencia física, de reabastecer cuando sea necesario.
Pero también es digno de experimentar y disfrutar de las sensaciones que corren por su cuerpo, porque son parte de la naturaleza como lo es su cuerpo, que convive con el entorno y se nutre de él.
Merece tocar, beber, escuchar, y está en todo su derecho a alejar lo que le roba la belleza.
O más bien, derecho a transformarlo (Escorpio), porque el reto de Tauro es integrar el signo que le complementa, comprender que todo tiene un punto de decadencia, uno que lleva directo a la «muerte».
Nota: alejar, bloquear o negar lo que le roba la paz, desapareciéndolo sin resolver mayores cosas, para así volver con nuestra rutina normal, a pesar del miedo porque aquello pueda saltar con violencia en cualquier momento, tiene que ver con Aries en casa 12 si vemos a Tauro en casa 1.
Si observamos bien, sería raro que Tauro no llevara dentro de sí la comprensión de que toda fruta llegará a un estadio marchito y de pudrición si no se consume. Que la vida y la muerte están siempre presentes en la experiencia física, pero la muerte no es como tal, sino un estado transitorio, porque de ella nacerá vida -material- tarde o temprano. Es decir, si vemos a Tauro como un signo venusino, y a Venus como un planeta que toma en cuenta, todo el tiempo, el contrapunto, pues, la naturaleza (Tauro) siempre está en equilibrio: un florecer y marchitar continuo.
Así es hablar de vida y muerte, pero otra cosa es la conciencia, que siempre se las arregla para asomar desde los ojos de algún tipo de bestia, pero ese es otro tema.
Hasta este punto pienso que lo más complejo de la energía Tauro es comprender que la conciencia se asoma en este cuerpo físico, y que se irá en algún momento, dejando atrás el cúmulo de cosas que ordenó para disfrutar y facilitar la experiencia.
Que si no es este objeto, será otro, vendrán más, y nos aportarán otro tipo de experiencias; la tierra es rica, y lo con lo que nos ofrece podemos hacer maravillas.
Que si nos empeñamos en no soltar un objeto en específico, no será por energía Tauro solamente, sino que una mezcla de apego emocional (la Luna, o Cáncer), y quizá olvido de que el tiempo aquí es finito (¿miedo a energía Escorpio o a Plutón?). Pocas cosas en la naturaleza permanecen igual por mucho tiempo, hasta las montañas desaparecen con el tiempo, ¿de dónde sale esa necesidad de mantener lo material tal y como está por mucho tiempo?
Y por aquello de resistirnos a experimentar sensaciones agradables a través del cuerpo, o de rechazar lo material que llega a nosotros, o callar el deseo (Venus) de tener en nuestras manos algo en particular, por el simple hecho de contemplarlo o sentirlo, nos trae carencia. Como estar en medio de un terreno lleno de árboles frutales -con nuestro nombre escrito- y pasar hambre, ¿por qué?
El lado oscuro de la energía Tauro es poseer sin transformar, acumular sin consumir, apegarnos a lo placentero hasta embotar los sentidos y olvidar percibir lo bello; olvidar que somos el entorno físico que nos rodea y lo que entra en contacto con nuestro cuerpo; pensar que si no se toca, no existe.
Entre todo esto está también el dejar pasar el tiempo sin anclarnos firmemente a lo material, es decir, sin colmarnos de placer de vez en cuando, sin contemplar la belleza física o sin vivir con el cuerpo (inclinar la balanza a lo sutil que no es de este mundo), porque no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos, o como dice otra frase -que no recuerdo a quién se la escuché-: la vida tiene valor sólo porque la muerte existe.
Tauro también tiene un lado vanidoso, como signo venusino que es, ¿cómo no va a buscar percibirse tan perfecto, fresco y bello como lo es la naturaleza? Sólo recordemos que el otoño también tiene lo suyo, y hasta el invierno, cuando ya no hay hojas en los árboles.
Júpiter
Y entonces Júpiter, maestro, entusiasta, viajero, hacedor de leyes, aventurero, no un simple intelectual, sino sabio y algunas veces gurú. Pero sobre todo recordemos que a Júpiter le gustaban las fiestas (por la diversión y la sensación de expansión) y las mujeres (con las que tenía hijos, una forma de esparcir su semilla -expandirse él mismo-), en ambos casos el uso de los cinco sentidos está bien presente, en el segundo, en especial, la permanencia física.
Como dije antes, Júpiter también representa la expansión, el conocimiento por experiencia, por viajar lejos de casa y conocer otras culturas y significados, también trae mucho de algo, exagera, lo sabe todo (y si no, lo inventa), trae bendiciones y facilidades, así como optimismo, confianza, buena suerte, jovialidad e incluso buen humor.
Como es maestro, también es narrador, cuentacuentos y da conocimiento a manos llenas (un conocimiento más formal y específico que lo que trae Mercurio), y si no sabe algo, va él mismo y lo aprende en primera persona (por lo menos cuando es consciente de que no tiene la verdad absoluta y debe seguir buscándola, una forma de seguir expandiéndose). Es filósofo y también llega a tocar el conocimiento absoluto, el que está más allá de esta experiencia humana (corregente de Piscis).
Júpiter en Tauro
Júpiter viene a agrandar el tema taurino, pero recordemos cómo ha estado cambiando en los últimos tiempos: si hay escasez, se hará más evidente, si las cosas son caras, también, si somos más celosos con lo que nos pertenece, si somos más cuidadosos con elegir lo que merecemos, también.
Puede ser un periodo para abastecernos, hacer aparecer lo que necesitamos para habitar, usar u ocupar (con su debido proceso, mucho de ello, el esfuerzo que hicimos durante el nodo norte en Tauro). También podríamos ver leyes ecológicas, sobre la tierra y cambio climático, sobre el dinero físico y los cambios modernos que ha tenido.
Quizá también veamos el lado bueno de los cambios materiales que hemos tenido, pero cuando se acerque a Urano, podríamos ver agrandado el lado excéntrico.
Júpiter en Tauro nos dice que mayor espacio para ocupar está bien, mayor calidad, mayor belleza, mayor comodidad, más recursos. Júpiter en esta energía no cabe en espacios pequeños, no le gusta la mezquindad, no es tacaño. Prefiere pagar más -y de buena gana- si se garantiza una experiencia distinta: en lo cultural, en la expansión del conocimiento o en el placer que la experiencia le aportará (buena música, buena comida y bebida, sensación cómoda y placentera).
Esta energía es una mezcla de necesitar usar lo mejor, lo más estable y duradero, y también tener presente que se quedará atrás en algún momento, para no atarnos, para seguir viviendo experiencias nuevas, que alimenten nuestro conocimiento y sabiduría (Júpiter no se ata, prefiere la libertad).
Es decir, es saber usar lo material para construirnos y abastecernos, pero también saber cuándo dejarlo.
Júpiter en Tauro también comparte lo material con otros, sobre todo la comida y las comodidades básicas, podría ser un árbol grande de donde muchos toman sombra y comodidad.
Este periodo también es para ver el vaso medio lleno en temas de lo material y el dinero, en la forma de obtener recursos y multiplicarlos, en manejar de forma eficiente cuentas o finanzas, o en embellecer y agregar calidad a nuestras pertenencias y experiencias físicas; también se presentará la oportunidad de profundizar y aprender más en serio sobre estos temas, de apostar por ellos adentrándonos de lleno, conociendo su mecanismo desde dentro, desde la experiencia puesta en marcha (sobre todo cuando Júpiter esté en conjunción al nodo norte en Tauro). Si lo hacemos con mucho idealismo o con impaciencia, podríamos no ver con suficiente tiempo de anticipación las consecuencias que traerán nuestras decisiones a futuro.
También habrá oportunidad de regularizar papeles relacionados a propiedades o pertenencias.
Júpiter y Urano juntos en Tauro hablan sobre modernizar la experiencia física, aprender de ello y de las comodidades y pros que nos trae. Enciende nuestra curiosidad y nos ayuda a abrir la mente para darle la bienvenida a los avances tecnológicos (que ya están aquí pero parece que necesitamos suavizar la mirada hacia ellos) que nos conectan con el mundo material: que modernizan la creación de recursos y su manejo; o nos hacen ver distinto (más con ojo experto o mejor informado) los giros excéntricos que ha tenido la naturaleza, la tierra y el clima, así como los cambios modernos en la comida y su proceso de obtención.
También podría traer una ideología acorde a los nuevos tiempos que vivimos por la cuadratura Saturno-Urano, y Urano en nodo norte. Esto sería una forma de integrar o apropiarnos de la realidad actual (social revolucionaria y tecnológica) en la que estamos inmersos por la transformación ocurrida durante los años 2020, 2021 y 2022 -y que sigue en marcha-.
Es fácil que esta ideología impacte en las leyes y en la filosofía de vida de todos en general: ¿Por qué estamos aquí?
Júpiter en Tauro nos abre la mente y horizontes, nos enseña a llevar, aceptar y dirigir los cambios taurinos de estos tiempos.
Pero Plutón en Acuario sigue siendo muy nuevo para todos, y aunque por un lado hay -evidentes- cosas nuevas positivas, por otro lado podría haber recelo y desconfianza por el poder que inevitablemente está tomando la tecnología y grupos sociales en concreto. Esta sensación de recelo o miedo podría exagerarse justo al entrar Júpiter al signo Tauro, porque creará cuadratura a Plutón en Acuario, y al mismo tiempo, Júpiter en aplicación de conjunción a nodo norte en Tauro nos pedirá apostar por lo material (con confianza y a manos llenas) para abrirnos paso a futuro, a nuestra evolución.
Comparto aspectos destacados de Júpiter mientras su tránsito en Tauro, y espero que con este tránsito aprendamos a producir y usar lo material con sabiduría.
El 17 de mayo 2023 Júpiter en Tauro tiene cuadratura a Plutón R en Acuario en 00º18′.
El 01 de junio de 2023 Júpiter conjunción nodo norte en Tauro en 03º37′.
El 20 de abril de 2024 Júpiter tendrá conjunción a Urano en Tauro en 21º50′.
astralarte 
2 comentarios sobre “Júpiter en Tauro 2023-2024”