Júpiter es quien multiplica y exagera lo que toca; con él, esa chispa -Aries- que promueve la vida podría convertirse en INCENDIO.
Estoy durmiendo. No tengo consciencia de dónde estoy, quién soy, con quién estoy o para qué estoy. No hay luz, ni oscuridad, ni sensaciones. No hay olor, sabor ni comodidad o incomodidad. No hay recuerdos, ni presencias, sólo una mínima sensación de que existo. Es Piscis como el final y el principio; el término de lucha, la entrega, la disolución y la paz.
Y en ese espacio sin luz, ni aire, ni materia, se enciende una chispa que después se afirma como llama: la consciencia del presente, el AHORA, EXISTO, SOY alguien, me percibo, vivo y debo sobrevivir.
Mantenerme, seguir adelante, seguir SIENDO, seguir existiendo.
Sin mí como fuego no existo; no existe nada a mi alrededor si no lo inicio YO mismo.
Por mí y para mí existo. YO me alimento, YO me sostengo y me construyo. YO soy el inicio y también soy el fin, por que mi esencia es el instinto de supervivencia y los finales -morir- no son opción.
Aries como el inicio y el impulso de vida.
Si Júpiter exagera, agranda, multiplica o aviva lo que ya existía antes de recibir su presencia, podría entenderse como quien da, ofrece o favorece. Es una bendición, un facilitador.
Pero si somos objetivos, Júpiter no necesariamente trae placer o cosas buenas (lo que conocemos como bendición), sólo agranda. Así que, Júpiter en Aries podría convertir en INCENDIO la llama que luchaba por sobrevivir y/o afirmarse.
Júpiter es la llave del gas abierta, puesta sobre la llama que se dice a sí misma EXISTO.

Si Júpiter es también suerte, optimismo, aventura y aprendizaje, y algo hay sobre buscar pasarla bien y tener experiencias excitantes o interesantes, Júpiter en Aries podría tener rasgos como:
Arrogancia y exceso de confianza en uno mismo.
Saberse apto -y suertudo- para iniciar cualquier aventura.
Enojo e ira descontrolada si se le impide afirmarse, saberse uno mismo como individuo independiente o si se le obstruye su camino.
Descubrimiento y conocimiento de uno mismo, de la propia capacidad de vivir y mantenerse en lucha.
La conjunción de Júpiter y Neptuno en Piscis del 12 de abril, representó el final de un ciclo, un término de lucha, un pago de karma, la entrega a la paz, a lo espiritual o lo divino, o también el abandono, una tremenda desilusión o un enamoramiento como quien se entrega a un sueño.
Esa energía estuvo presente desde febrero 2021 y podría decirse que nos invitó a hacer trabajo interno, espiritual y de autodescubrimiento. ¿Quién soy yo cuando dejo de luchar? ¿Quién soy yo cuando me abandono al curso de los acontecimientos? ¿Qué de mí sigue existiendo cuando dejo de insistir en ser alguien específico?
Como los finales siempre traen inicios, la conjunción Júpiter-Neptuno también representó plantar una semilla para con el tiempo, verla desarrollarse y crecer. El ciclo completo es demasiado largo y no vamos a vivirlo -terminará en 2176-, pero sí estamos viviendo un parteaguas muy marcado en la zona Piscis de nuestra carta astral.
Después de abandonarnos a esa energía Piscis, viene Júpiter (a partir del 10.05) a exagerar, agrandar o avivar la energía Aries; es energizar y poner vida a lo que quedó o se modificó en el signo anterior, es el siguiente paso a dar para revivirnos.
Júpiter retrogradará y volverá a Piscis a final de octubre 2022; como todo proceso, el cambio definitivo siempre toma su tiempo y es gradual, las bendiciones y la afirmación permanente llegan cuando hemos terminado de soltar o disolver lo relacionado al ciclo anterior.

Cuando Júpiter regrese a Aries en definitiva, perfeccionará conjunción a Quirón el 12.03.2023. Para inicio de enero 2023 estarán a 10 grados en aplicación, y a inicio de mayo, también del 2023, estarán a 10º de separación.
En ese periodo podría percibirse mucho más exagerada la herida de insuficiencia personal, si alguien me está atacando, si estoy siendo capaz de mantenerme fuerte y firme en mi persona, si estoy siendo valiente para comenzar y emprender sin apoyo de alguien más, si sé quién soy, y básicamente, dudas e inseguridades de la energía Aries -la que expliqué al inicio del texto-.
Júpiter en conjunción a Quirón podría traer también una enseñanza en lo que representa luchar para vivir y la creencia de ser alguien: con rasgos bien definidos, o con una identidad única.
Por el momento podríamos decir que Júpiter viene a la zona Aries de nuestra carta astral a exagerar, avivar y en algunos casos, bendecir lo que hay allí, animándonos a reencontrar y seguir sanando nuestra identidad a través de las actividades de dicha casa.
Es un bienvenido paso lógico de un típico ciclo: una vez que exhalamos el aire de nuestros pulmones, y como acto reflejo de quien está vivo, viene una inhalación más.
Aquí dejo fechas útiles para este tránsito y, ¡que vengan los incendios que también traen enseñanzas!
Júpiter en Aries 2022-2023
Júpiter entra en Aries | 10.05.2022 |
Júpiter retrógrado en Aries, 8º43′ | 28.07.2022 |
Júpiter R reingresa a Piscis | 28.10.2022 |
Júpiter termina retrogradación en Piscis 28º48′ | 23.11.2022 |
Júpiter entra en Aries en definitiva | 20.12.2022 |
Júpiter entra en Tauro | 16.05.2023 |
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