De Quirón y su muerte simbólica

Sinceramente, tengo unos cuántos días tratando de darle forma a este texto y me ha costado mucho trabajo emocional y mental abordarlo porque, una cosa es escribir sobre Quirón, como quien revisa una radiografía, y otra muy distinta, ser el paciente que está esperando a recibir información sobre su herida. 

En otras palabras, la información sobre Quirón siempre es la misma: el sanador que con su experiencia se volvió sabio, conocedor y compasivo. Que durante su vida ayudó a otros mientras se ayudaba a sí mismo. Que encontró la opción para dejar de sufrir, por una herida siempre abierta, entregando su inmortalidad y de alguna manera «ganar perdiendo«. En otras palabras, abrazando su muerte como única salida para su sufrimiento. Y aun así, ese acto tan decisivo para sí mismo fue también para ayudar a otros.

Quirón representa nuestra tendencia a investigar, informarnos, buscar formas de evitar sentir incomodidad, dolor y en mi opinión, a veces una extrema sensación de abandono (a Quirón lo abandonaron de bebé), soledad en medio de una tormenta propia, la capacidad de llenar de luz el entorno de los demás, aunque el propio se perciba completamente distinto, oscuro, desolador, inconsistente. 

Podría volcarme en frases motivadoras que expliquen la parte optimista de Quirón, como: «sí, sufres, pero mira todo lo que estás ayudando«, pero, la verdad es que desde el punto de vista de la persona Quirón, es como tomar agua y nunca saciar su sed, es hacer todo lo humanamente posible y no encontrar ninguna respuesta que de verdad nos alivie el sufrimiento.

Además, llega un punto en que la persona Quirón toma la postura de: «Sálvate. Tú que puedes; mira cómo hacerlo: eres bueno, fuerte, capaz. Aprovecha tu oportunidad que yo todavía no encuentro la manera de hacerlo«.

Y es precisamente lo que simboliza Quirón en nuestra carta, ayudamos a otros a ver lo que nosotros creemos que nos falta. Miramos nuestro vaso de agua vacío, andamos por allí mirando, observando, aprendiendo, inventando maneras de conseguir agua, una búsqueda eterna; y por el camino encontramos a personas que buscan su propio vaso de agua, les indicamos dónde mirar y lo encuentran… pero ¿qué pasa con el nuestro? ¿Nunca aparece?

Quirón encuentra alivio cuando abandona su inmortalidad. Simbólicamente, nos indica que para encontrar alivio debemos abandonar la postura fija que mantiene viva nuestra herida. ¿Cómo saber qué postura es? Precisamente, la que más nos causa dolor. 

Ejemplo: pienso que no soy capaz de brillar. Para sanar debo llevarme a situaciones que pongan a prueba la sensación de que no brillo, transformar esa vieja identidad que YO ERA antes de tomar suficiente sabiduría (la que adquirí recorriendo el camino del sanador, invitando a otros a brillar), y abrazar la NUEVA identidad que, me traerá incertidumbre y miedo, pero que también me dará alivio inmediato: enfrento situaciones en que yo sea el centro de atención. Este ejemplo responde a Quirón en Leo. 

Abrazar la muerte, o la transformación que representa Plutón, nos habla sobre que arreglar, componer, reparar, disfrazar, esa herida emocional sólo alarga nuestro sufrimiento. El proceso plutoniano se echa a andar cuando nos abandonamos a la certeza de que todas las partes que nos componen serán transformadas y que el resultado será totalmente distinto a lo que éramos antes. 

La desesperación a la que se nos orilla es tan fuerte, tan inevitable y tan capaz de acrecentar nuestra sabiduría que dejamos de luchar con nuestra condición y abrazamos la incertidumbre detrás del desconocimiento que significa la muerte. 

Es interesante ver cómo Quirón encuentra un verdadero alivio sólo cuando el verdadero motor de su búsqueda de paz es él mismo. Que si su muerte ayuda a otros, sería parte de su naturaleza, pero hay algo que cambia en su visión: de acumular conocimientos y ponerlos en práctica, para encontrar alivio durante su tiempo de vida, a, abandonar los conocimientos, su experiencia, su práctica, su tiempo de vida, porque la sabiduría del sufrimiento le indicó que al poner en una balanza una opción y otra, su paz interna es más valiosa. 

Fresco de Pompeya. Quirón y Aquiles.

Soy conciente de que aquí me duele.

Soy conciente de que para sanar, debo abandonar la postura de ser incapaz de sanar.

Soy conciente de que para sanar se me pide madurez que me permita estar a la altura de enfrentar la incertidumbre que provoca el enfrentarme a lo que nunca me he enfrentado.

Que la cura para mi herida es precisamente el dolor que me provoca. 

Que debo ser valiente y consciente de que enfrentarme cara a cara con mi herida me transformará en alguien que no he sido antes, y que el único impedimento para que esto ocurra, es mi tendencia a mantener viejos patrones de sanación, que aprendí en viejas relaciones o persiguiendo viejos deseos. (Esto último habla un poco sobre la cuadratura Venus-Quirón que estamos teniendo el día 12/06).

Publicado por Arte

Mujer multifacética que escribe sobre astrología en astralarte.com Informa sobre el clima astral, e interpreta y analiza cartas astrales.

4 comentarios sobre “De Quirón y su muerte simbólica

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