El Sol entrará en Libra el 22 de septiembre y ese día iniciará el otoño en el hemisferio norte y la primavera en hemisferio sur.
La carta de este equinoccio marcará tres meses en que la energía Libra es prioridad:
Buscar equilibrio, justicia y armonía en vínculos y relaciones.
Encontrar armonía en el trato con uno mismo.
Equilibrar nuestra relación con lo que nos rodea, con lo que convivimos y que directa o indirectamente nos devuelve nuestro reflejo. ¿Te vas a vestir de rojo? ¿De azul? ¿De negro? ¿Qué dice eso sobre ti mismo/a en este momento?
Acuerdos justos con pares, o entre dos partes; como los contratos.
Encontrar nuestra imagen en el otro.
Aprender a caminar de la mano de un socio, una pareja, o un complemento; no todo lo podemos hacer a solas.
El equilibrio y la armonía en una relación provoca placer, nos atrapa con su belleza, ¿qué faltaría para terminar como enamorados de ella? Libra es un signo regido por Venus.

Solsticio, -Sol en Cáncer-.
Pero recordemos un poco los tres últimos meses, es decir, lo que fue verano para hemisferio norte, invierno para hemisferio sur.
En Solsticio, Sol en Cáncer 2022 escribí: no es que el otro no importe, sino que uno mismo también necesita cierto apoyo afectivo que se escucha cuando todos los demás se hacen a un lado y uno por fin lo grita.
Fueron tres meses en que el concepto de hogar, raíces o alimento emocional mostraron su parte más rebelde, polémica y que más nos gustaría ocultar, reprimir o hacer a un lado para volver a la luz, retornar a la energía más cómoda y luminosa en dichos temas, temas que por lo general son consoladores y abrigadores (Sol en amplia conjunción a Lilith en Cáncer).
Pero aquel solsticio marcó una clara dificultad para encontrar asilo emocional, y quizá también asilo en un hogar, en una casa. Como implícito a lo largo de los tres meses, había una gran tensión interna que se mantenía en el aire como pidiendo gritar a los cuatro vientos eso que emocionalmente necesitábamos, con fuego, con ira, con guerra y rebeldía (Luna y Júpiter en Aries, en cuadratura a Sol y Lilith en Cáncer).
Y sumemos un Sol y un Neptuno en cuadratura, que, a pesar de ser conscientes de que hay una falta o incomodidad indomable en cuanto a hogar, familia y raíces, también estuvimos expuestos continuamente a un exceso de intuición, actividad sutil o inconsciente, que no precisamente ayudara en nuestro propósito de objetividad en cuanto a emociones o situación general sobre aquel sitio donde NO nos sentíamos pertenecer.
En otras palabras, la cuadratura no garantizó objetividad en nuestras corazonadas, al contrario.
Dando palos de ciego, luchando aquí o allá para conquistar esa seguridad acogedora que brillaba por su ausencia. ¿Quién es el culpable? ¿Quién me quita lo que es mío, que me cuida y me alimenta? Porque soy consciente de que aquí no lo encuentro, pero no puedo ver lo que en realidad pasa.
A pesar de todo, se nos obligó a abandonarnos a la incertidumbre del cambio, a experimentar e improvisar en el camino para ganarnos un futuro distinto pero con mejor calidad de vida (Urano, Palas, Venus y nodo norte en Tauro).
Aunque era clarísima la presencia de una autoridad, una responsabilidad, un compromiso, el adulto interno, una estructura o la sociedad misma, que metía el pie todo el tiempo, ralentizaba o distanciaba de mala forma mientras tratábamos de hacer lo mejor posible por crecer o evolucionar a un mejor futuro (Saturno R en Acuario).

Con ese antecedente iniciamos los próximos tres meses, que nos ayudarán a enmendar diferencias que hayan surgido en los últimos tres meses por posturas emocionales tercas y autocentradas en lo que necesitamos o sobre todo, en lo que nos falta emocionalmente.
Sin embargo, pienso que también serán reto, tendrán su grado de dificultad:
Equinoccio, -Sol en Libra-.
Son tres próximos meses de consciente revisión metódica, a detalle y en pareja (Sol y Mercurio en Libra, y Venus en Virgo, los tres en conjunción); apegándonos a un proceso pero sin dejar de lado la innovación para liberarnos a futuro (Venus en Virgo en trino a Urano y nodo norte en Tauro).
También son tres meses de entrega solícita en relaciones y acuerdos (Venus regente de Libra, en Virgo), para mejorar o sanar la dinámica en el trato.
Esta entrada del Sol en Libra sucede a la par que nuestra mente ha llegado a una especie de iluminación en cuanto a cómo debe ser una dinámica sana y productiva en relaciones (Sol y Mercurio R en conjunción, punto medio de retrogradación de Mercurio), aunque quizá no lo hablemos abiertamente aun, porque también tendremos el reto, durante los tres meses, de llegar a un acuerdo entre parte femenina y parte masculina, que parecen tener formas distintas de proceder y de desear (Venus en Virgo en cuadratura a Marte en Géminis).
Es decir, la parte femenina, Venus en Virgo, desea precisión, orden, avance, resultados visibles y productivos, y podría caer en una férrea terquedad en cuanto a todo ello (Venus trino PlutónR en Capricornio), aunque sí hay apertura a la innovación (Venus trino Urano en Tauro).
Venus tiene mucho poder y también el corazón y esencia de estos tres meses, así como la clave para el futuro.

Y la parte masculina: Marte en Géminis, cuyas acciones podrían no ser explícitamente claras y concisas. Incluso, días atrás pudieron haber sido dudosas o no tan bien fundamentadas (Mercurio retrógrado). Pero llegados a este punto de equinoccio, tendremos tres meses de un Marte que quizá prefiera guardarse para sí mismo sus nuevos entendimientos y reflexiones sobre cómo debe ser la dinámica en pareja y un trato justo y equilibrado (Mercurio retrógrado), pero sin duda, sí habrá llegado a un entendimiento que le alumbra el camino que queda por recorrer (Sol y Mercurio R en conjunción, Mercurio regente de Géminis).
Nuestras acciones son firmes si nos referimos a compromiso y la madurez del adulto interno (Marte en Géminis trino Saturno R en Acuario). Se atiende un compromiso al que nos entregamos con devoción (Saturno R conjunción Vesta R en Acuario), como si de él emanara la calidez y el fuego que nos cambia el día al iniciar las actividades.
Dicha forma de proceder, en compromisos y responsabilidades, tiene el típico toque excéntrico de Acuario: raro, atípico, a veces sin esperárnoslo, pero siempre cumpliendo con lo que se debe.
Nota: la retrogradación de Marte en Géminis (30.10 al 12.01.23) no pone en riesgo el compromiso al iniciar este equinoccio, pero sí se revisará la forma de tomar acción.
Es así como llegamos a distinguir dos energías distintas que se necesitan entre sí para provocar cambios trascendentales:
Una Venus en Virgo que desea simpleza y claridad en el trabajo, aunque apoyada del genio innovador de Urano R en Tauro; y un Marte en Géminis bastante dinámico y adaptable, pero a veces contradictorio a simple vista, apoyado de un Saturno R en Acuario que no tiene duda de cumplir con el trabajo, aunque no especifique la forma en que lo hará.
Venus y Marte en cuadratura. Saturno y Urano en cuadratura. Y Urano en nodo norte, apoyado de Venus, regente de Libra; Sol en Libra.
Esta es una Venus en Virgo estresada, por la cuadratura con Marte, y también incómoda por la inconjunción a Saturno R en Acuario, con la que podría no percibir del todo claro cómo se está cumpliendo lo prometido, la responsabilidad está en un punto ciego para ella. Y si sumamos la oposición de Venus en Virgo y Neptuno R en Piscis, podríamos encontrarnos con una Venus cuya pareja es dispersa, que prefiere evadir, soñar o en el peor de los casos victimizarse y negar la realidad.

Sol y Mercurio R en Libra en oposición a Júpiter R en Aries y Neptuno R en Piscis:
La mente racional ha llegado a una comprensión sobre temas de relaciones y acuerdos equilibrados, pero nos enfrentamos a una figura impulsiva, fogosa, llena de confianza en sí misma y en sus ideales, fuerte, incansable y hambrienta por liderar aventuras, y también podría ser alguien cuyo conocimiento es la verdad absoluta y lucha porque así sea.
Otro reto si lo que buscamos estos tres meses es sanar o mejorar una dinámica en relación.
Y sumamos otro detalle, la nube que representa Neptuno R en Piscis podría jugarnos malas pasadas (a la mente conciente enfocada en relaciones) y nosotros creer que lo que miramos es algo que en realidad no es.
Aunque para personas sensibles esto podría representar que percibimos de nuestro par cuestiones sutiles que se enciman con la realidad física y consciente, información sutil que suele quedarse en un espacio paralelo pero ahora se filtra incluso sin que lo busquemos.
Júpiter y Neptuno estarían fuera de orbe de conjunción, pero el Sol en grado 0 de Libra tiene oposición a ambos, así que, podría interpretarse como dificultad para ver con objetividad a quien tenemos enfrente, que tiene energía de Júpiter en Aries, pero en el que también ponemos proyecciones nuestras sobre quiénes somos nosotros cuando estamos en pareja.
¿Esta es la realidad o estoy proyectando en ella lo que tengo dentro de mí, relacionado a mis reflexiones sobre relaciones del pasado?
Y aunque parezca que el otro lo tiene súper claro y hasta se nos adelanta en ocasiones, repito, quizá nosotros no estemos viendo la realidad y debamos escarbar un poquito más en nuestro inconsciente, y en las heridas del otro -así como en las nuestras-.

Otro reto a tomar en cuenta es que Júpiter R y Quirón R en Aries quedan en amplia conjunción: esa figura confiada que representa Júpiter también podría tener influencia de una herida sobre si de verdad puede con algo -¿afrontar el nacimiento? ¿el inicio?-, si es fuerte, valiente, arrojado, guerrero, o bien definido de carácter.
Recordemos que esta conjunción de Júpiter R y Quirón R nos lleva a aprender de nosotros mismos a través de la sanación constante de nuestra herida.
Y como es un tema Aries, tiene un lugar privilegiado en esta energía Libra, porque, ¿cómo vamos a establecer un vínculo justo si no tenemos bien asimilado o trabajado, lo que como individuos nos impide que lleguemos hasta él?
Ese fuego en Aries podría representar algunos altibajos al momento de encontrar el equilibrio deseado. Y todo lo que sucede en Aries lo lidera Marte, en Géminis y en sextil: para más detalles sobre este guerrero estemos pendientes del calendario de su retrogradación.

Sobre la Luna y el alimento emocional
Una Luna en Leo en conjunción a Ceres: necesitando cariño, consuelo y cuidado desde la perspectiva de ser los únicos, los más especiales, los favoritos, los consentidos, los más brillantes y encantadores, pero también que se note incluso físicamente que se nos dan las herramientas para florecer, alimentarnos y crecer.
Sin embargo, la responsabilidad, la autoridad o el adulto llega a poner límites a esa necesidad emocional que expresamos o pedimos (Saturno R en Acuario oposición Ceres y Luna en Leo), y podríamos tener algunos berrinches -¿no querer comer?- por la frustración a nuestro intento de pedir todo el calorcito necesario que nos sacie (necesitaríamos MUCHO, por Lilith en Cáncer).
También puede ser una madre única que necesita todo el protagonismo (Luna y Ceres en Leo), pero que debe mantenerse a raya -o algo fría- por cuestiones de madurez, adultez o responsabilidades (oposición Saturno R Acuario).
Nuestro interior pide alimento emocional, pero debe mantenerse a raya y podría costarle trabajo asimilarlo psicológicamente, incluso quizá ni se proponga hacerlo (Luna y Ceres en Leo en inconjunción a Plutón R en Capricornio).
Y como aun Lilith está en Cáncer, también podríamos no encontrarnos saciados emocionalmente, por más empeño que pongamos, porque la energía donde nos nutrimos está mostrando un lado rebelde, polémico, indomable o no tan bien visto socialmente.

Al parecer, los próximos tres meses también tendrán hambre emocional, y algunos desacuerdos sobre cómo proceder en pareja para avanzar a futuro. En el mejor de los casos no serán desacuerdos, sino esfuerzo para hacer que funcione, porque ambas partes están implicadas y no se podrá avanzar si no es a la par.
Iniciamos estos tres meses con el regalo de claridad mental por el Sol y Mercurio R en conjunción, y seguimos trabajando con la vieja conocida cuadratura Saturno-Urano: no importa lo difícil que sea, nos estamos renovando.
Se dice que los momentos difíciles unen más a las parejas, y recordemos que pareja puede ser cualquier vínculo romántico o no romántico. De todas formas, lo que tenga que irse, se irá también durante estos tres meses porque se inicia temporada de eclipses con la Luna Nueva en Libra del 25.09.
Comparto la carta astral del equinoccio y les deseo tres meses de tensión excitante y no tanta tensión tediosa o mata pasiones.
Nota: la relación que tengo con el otro es la relación que tengo conmigo mismo.

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