En algunas de las entradas había ya comentado lo cerca que estábamos del cambio de nodos, y en Sol, Marte y Mercurio en Escorpio, oposición Urano, cuadratura Saturno 2021, mencioné lo que podría significar la presencia de Urano en Tauro y el nodo norte pasando sobre él.
Los nodos lunares son
puntos matemáticos que se calculan según la intersección del trayecto del Sol y la Luna. Van en par, retrógrados, y exactamente uno frente a otro, en oposición.
Representan un mapa del crecimiento. Me refiero a un crecimiento profundo, más allá de lo que podríamos planear según nuestros sueños, deseos o necesidades, tiene que ver con lo que somos fuera de este cuerpo. En pocas palabras, es un mapa para comprender hacia dónde se dirige nuestra alma y de dónde viene.
Un ejemplo,
cuando éramos niños y nos preguntaban qué queríamos ser de grandes, nosotros imaginábamos, soñábamos o quizá nos lo olíamos y contestábamos algo que no tenía nada qué ver con lo que hacemos o vivimos ahora, 20, 30, 40 años después. Muchos -sólo he conocido a una persona que me dijo que así lo había imaginado-, responden algo como «no tenía IDEA de lo que decía»; otros sólo se ríen cuando lo recuerdan; otros dicen algo como «de niños queremos muchas cosas»; otros, «era muy inmaduro»; otros, «la vida me llevó hasta donde estoy ahora, antes no lo entendía pero ahora lo entiendo mejor».
¡Y ahí está! Llegar a ese punto en el que vamos comprendiendo que lo que vivimos sucede para un crecimiento espiritual, o más bien, hacernos más conscientes, de que el mundo y la vida son más que sólo tiempo y espacio, carne y hueso, o imaginar y manifestar. Hay un descubrimiento, obtener cierta madurez, profundidad y calma en nuestro interior y mente, si aprendemos y cachamos para qué o por qué nos sucede lo que nos sucede, en etapas decisivas de nuestra vida.
Muchas de esas etapas decisivas de nuestra vida se marcan con la actividad de los nodos del karma. No todas, claro, hay etapas que están marcadas por planetas y transiciones de ese tipo. Pero los nodos del karma, los eclipses, que van siempre con la actividad de los nodos, representan un «se fue la luz de repente, hubo un pequeño lapso de incertidumbre, volvió y ahora todo se ve distinto». Y ese «todo se ve distinto», es como cuando en un videojuego pedimos una pista para volver al camino porque ya llegó un punto en el que no sabemos qué RAYOS estamos haciendo y sólo damos vueltas, en la maleza, casi perdiendo el tiempo.
¿De dónde salen las decisiones que se toman casi como por arte de magia y que al parecer nosotros no tuvimos nada qué ver con ellas? ¿De dónde salió ese mapa que se supone que yo tengo que vivir si yo no lo decidí ni planeé?
Karma.

Karma significa acción. Una acción, la que sea, lleva a una consecuencia, y la vivimos. Planta una semilla y si están las condiciones propicias, crecerá un árbol, o una planta. El que el suelo tenga esas condiciones para que un árbol se desarrolle más alto o más bajo, también venía de haber realizado ciertas cosas con anterioridad: alimentar el terreno, cuidarlo de plagas, regarlo -karma (acción), unos sí lo hacen, otros no, y todos lo hacemos distinto-.
El karma se desarrolla ahora, o después, o más tarde, pero siempre queda la semilla de la acción. Hay un plan más grande que, mientras no seamos conscientes de la manera en que existimos, no podremos verlo, vislumbrarlo o puede que ni siquiera podamos intuir. Acá entra el papel de la espiritualidad o conectar con nuestro interior, descubrir que no somos sólo un punto insignificante, dejado al azar en un mundo físico. Pero pienso que esa parte es muy personal y cada quien la vive a su manera.
Lo que sí puedo decir es que cuando llega el momento de comprender que la vida es más que sólo vivir día a día, dejándose llevar por los años, y nos subimos a la tabla de surf, mirando cómo se desarrolla nuestra historia, y las olas van y vienen, suben y bajan, pero podemos verlas y vivirlas sin ahogarnos en todo momento, confiar en el proceso y aprovechar lo que nos enseña, adquirimos madurez, que no depende de cuántos años llevemos vividos, o experiencia laboral tengamos recorrida: crecimiento espiritual.
Y bueno, los nodos lunares del karma también tienen que ver con la Luna, además de con el alma. La Luna representa hábito, algo que repetimos una y otra vez porque nos acostumbramos a sentir la familiaridad de ello (nodo sur), la familiaridad nos hace sentir acogidos y protegidos, y muchas veces lo hacemos de forma inconsciente. Romper con la familiaridad, o los hábitos y crear otros para abrirnos a nuevas oportunidades y otro tipo de crecimiento, y básicamente, como si alguien nos sacudiera para salir de nuestro sopor y así hacernos más conscientes de nosotros y el recorrido.
Aquí puedes leer más sobre Hábitos, Luna y nodos del karma.
Y al salir de nuestro sopor, hacernos más conscientes de dónde estamos metidos y que allí ya no podemos crecer ni realizarnos, se nos invita a ir hacia el nodo norte, la energía opuesta pero complementaria del nodo sur, el otro lado de la moneda. Pero también, reto, miedo, un terreno desconocido, incertidumbre, el futuro y el avance.

Nodos en Tauro y Escorpio
Nodo sur en Escorpio. Un estado en el que se nos lleva -no se nos invita, quizá sintamos que estamos hundidos en esto-, a revisar qué tanto de nosotros ya nos ensucia y nos enferma más de lo que éramos conscientes, o lo que éramos capaces de asimilar o aceptar cuando los nodos estaban en Géminis y Sagitario.
Qué de nuestras conductas, posturas, y hábitos (Luna), nos intoxican e intoxican nuestro entorno, llevándonos a relaciones dañinas, que nos absorben por completo, nos comen y algunas veces nos anulan, al controlar cada aspecto de nosotros.
Dependencias económicas en donde no se ve claro qué es de cada uno, qué aporta cada uno, que quizá se mantienen como símbolo del poder que se tiene sobre el otro. Lo que también lleva a restar autoestima a la parte sometida (falta de energía Tauro).
Muertes necesarias. Transformaciones que ya no pueden aplazarse. El nodo sur en Escorpio es un antes y un después; el aire viciado de un espacio en donde suceden situaciones concretas que, después de mucho sufrimiento emocional (a veces la intensidad de estas emociones nos sobrepasan), nos rendimos al camino, al porvenir, para obtener la paz merecida (Tauro).
Más que muerte física, esto es una muerte aparente, emocional. Un pago de deuda psicológica. Al resistirnos a este pago, nos mantenemos en un infierno emocional del que sólo salimos utilizando las herramientas del nodo norte en Tauro.
Nodo norte en Tauro. Valor y amor propio. ¿Quién soy yo sin depender del valor agregado de otra persona? ¿Cuánto aporto yo al ser un individuo de autoestima fuerte y robusta? Construir mi entorno según la estima que me tengo, cuánto merezco comodidad, paz, espacio, riqueza y satisfacer mis necesidades físicas. Es así como será mi entorno, carente o abundante, según yo sienta que lo merezco.
De haber pasado por situaciones duras (nodo sur en Escorpio), ahora necesito descansar, disfrutar lo que he construido por mí y para mí, consentirme y manifestar mi realidad según mi poder interno, que he descubierto en momentos de sufrimiento (nodo sur en Escorpio).
Estar dentro del dolor, sufrimiento y muerte aparente me hace mirar el otro extremo, el otro polo, y descubrir que allá hay aire limpio, con abundancia, tranquilidad y paz. El trabajo interno y de conciencia que haya hecho en el espacio de poca luz, dará frutos en donde pueda mostrarme a mí mismo que soy valioso, que merezco vivir y experimentar la vida con mis cinco sentidos, pues muerto (Plutón) no estoy.
Sentirme vivo, tocar, comer, oler, probar, sentir (Tauro). Conocer la muerte me hace valorar la vida (el florecimiento de Tauro). Y por ende, valorarme a mí, mi cuerpo y mi espacio, que yo lo construyo. A donde voy mi espacio me sigue, porque yo provoco su existencia, según lo que yo piense que merezco y puedo crear.

Albertus Steenbergen.
¿Qué tan abundantes sentimos que somos?
Puede que en este momento, ad portas del primer eclipse de esta serie -pero sin los nodos aun en estos signos-, y con tanta energía Escorpio en tensión a la cuadratura Saturno-Urano, lo menos que estemos pensando es si podremos manifestar una mejor y más sana realidad física inmediata, en donde podamos abastecernos de las necesidades básicas sin dejar de lado el espacio de placer y disfrute. Pero las circunstancias que vengan con los eclipses durante estos 19 meses serán lo que nos indiquen hacia dónde mirar en el mapa, para crecer internamente y así reflejarlo en el espacio y tiempo que llamamos vida.
No siempre pasa pero Urano en Tauro, mientras el nodo norte esté allí, habla sobre manifestar, buscar y alcanzar este valor, disfrute y merecimiento de una manera poco común, tecnológica o inesperada.
Cambio de nodos
Mean node (nodo medio): 22 de diciembre, 2021- 12 julio, 2023
True node (nodo verdadero o nodo real): 18 de enero, 2022- 16 de julio, 2023
Con el nodo medio ya se empiezan a ver los cambios relacionados a esta energía, pero el nodo real es más exacto en cuanto a cálculo matemático.

Importante recordar que el inicio también es un final, y el final también es un inicio. Todo depende del lugar desde donde miremos. Si el inicio sucede estando de pie en el nodo sur en Escorpio, podría representar una situación que regresa del pasado, pero que inicia o se retoma. Si el final sucede mientras miramos desde el nodo norte en Tauro, significa que necesita comenzar algo pero antes debemos limpiar el espacio donde ocurrirá.
También que el amor de Venus tiene relación con el valor, lo que valoramos, a lo que le damos un valor (en tiempos modernos se dice, ponerle un precio), y que el amor de Luna es lo que alimentamos, protegemos, acogemos. En Venus y el amor hablo sobre las diferencias.
Tengan ustedes una bonita transformación hacia su paz y valor propio durante los próximos 19 meses.
4 comentarios sobre “Nodos lunares y nodos en Tauro y Escorpio”